lunes, 17 de mayo de 2010

Initium Sumpsit


¨El semáforo en rojo en Travessera de Gràcia me ha recordado que vivo en una doble piel.
Que muda intermitentemente, sin calendario previo, anónimamente.
La euforia matinal de una mañana de mayo deja sendas internas por re-explorar.
Sentirte identificada en el rigor, en la esencia, en la identificación anónima de estas mis palabras, es el pequeño y humilde tributo que merecen mis pensamientos en un semáforo a primerísima hora de un anónimo dominante Lunes.

Vivimos, transitamos, pensamos y caminamos diariamente en la ciudad a lo largo de las calles.
Las aceras de las mismas nos observan como seres inanimados en la meticulosidad, en la concentración de nuestros pensamientos, de nuestras tribulaciones.
De nuestros anhelos.

Esta mañana -temprano, muy temprano- un semáforo en rojo en Travessera de Gràcia ha accedido a observarme en silencio.
Un Semáforo en rojo.
Con la espiral de un sinuoso aroma de complicidad asertiva que no requiere de referendums.
Atento y vigilante a mi anónima esencia.¨

AVB / EPO

5 comentarios:

panterablanca dijo...

He curioseado en tu blog y me gusta cómo escribes.
Besos selváticos.

Eulàlia dijo...

ei,
mediapro?
buenas condiciones?
talento?

parece interesante..

Novicia Dalila dijo...

Las mañanas, incluso tan temprano como dices, pueden ser muy rutinarias y alientantes y si no nos buscamos los mecanismos necesarios para sacar de todo eso algo positivo, mal lo llevamos. Hoy es un semáforo en rojo y mañana puede ser la nube que hay en el cielo delante de nosotros y que no alcanzamos nunca por mucha prisa que nos demos...
Un beso, Pasadizo. Me alegra tu vuelta.

Abogada Soltera dijo...

Adoro el anonimato. Me siento libre.
Adoro Barcelona. Me devuelve a mí misma.
Adoro las farolas de Paseo de Gracia. Me convierto en Campanilla.
Adoro las miradas encontradizas en esa ciudad de amantes. Me dibujan sonrisas de medio lado.

BESOS, mil.

Pd: las fotos son tuyas?

Monica dijo...

Leo los comentarios y me doy cuenta de cómo han pasado los años en ellos y en tu escrito pero no por todo aquello que mencionas.

Viajo en metro y también a pie por BCN, también soy asidua de los semáforos rojos. Me miro los peatonales y los otros, para mirar dentro de los coches. Me gusta repasar a los hombres y que ellos también se fijen en el rojo móvil que calza tacones.